miércoles, 15 de diciembre de 2010

El gorro de cascabeles vista por Alberto Ojeda , critico teatral venezolano

Divinamente hipócritas. El gorro de cascabeles
Alberto Ojeda


Siguiendo los acontecimientos del XXVIII Festival de Teatro de Occidente (FTO) 2010, el sábado 13 de noviembre en la sala “Alberto Ravara” del centro teatral “Herman Lejter” en Guanare, disfrutamos del montaje de la obra “El gorro de cascabeles” de Luigi Pirandello en una adaptación y dirección de Aníbal Grunn con la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa.
Un trabajo estéticamente impecable, con una escenografía minimalista cargada de expresividad y plenamente funcional que se suma a un acertado concepto de vestuario y un diseño de luces poco aparatoso pero que asiste perfectamente las necesidades de la puesta aportando riqueza visual al ambiente.
Todo esto, unido a un desempeño actoral bien calibrado, con habilidoso manejo de la gestualidad, configura un espectáculo de ritmo equilibrado que remueve las fibras internas de nuestra humanidad obligando a la reflexión sobre nuestro accionar tanto individual como colectivo.
Pirandello expone en su texto, una mirada descarnada a nuestra realidad como sociedad basándose en la premisas de “las tres cuerdas” con las cuales se maneja a los títeres humanos: la cuerda civil, la cuerda seria y la cuerda loca; dejándonos apreciar nuestra cotidianidad falseada en la “cuerda civil” a través de un texto sutilmente presentado en clave de comedia para poner de manifiesto la hipocresía que corroe y al mismo tiempo es sustento de nuestra sociedad.
Son tres también los ejes que mueven la historia, nuestra historia podría decirse: la autoridad, la familia y la sociedad. Cada uno desde sus puntos de vista defiende sus particulares intereses y conveniencias, sin importar  vicios, desviaciones, ni manipulaciones acometidas para defender en cada caso el status quo sobre la base de las meras apariencias, pasando por encima del derecho a la individualidad de las personas, porque simplemente nos negamos a entender que de individuos equilibrados y plenamente desarrollados depende la conformación de colectivos armoniosos.
Luego de tres miradas a este mismo trabajo puedo afirmar que viene madurando y mostrando el tremendo potencial de la Compañía Regional de Teatro de Portuguesa, que se supera a sí misma y salta por sobre los obstáculos porque sencillamente cree en sus sueños, cree en Venezuela.




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